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Estudio de caso

Puerta Aqua

Rubro o actividad comercial:

Condominio habitacional horizontal

Actividades:

Marca
Diseño editorial
Fotografía arquitectónica

Año:

2018

Donde el cielo se salpica de rosa sobre jardines escalonados y elegantes volúmenes de plástica lineal son hogar

Ese lugar cercado por cuatro paredes al que regresamos día tras día, el hogar, es nada menos que el pequeño santuario que logramos hacernos en medio del remolino que puede ser la vida. Algunas personas, incluso, tienen el privilegio de recibir al sol cada mañana entre el verde de jardines que divisan la ciudad. Nosotros tuvimos el gusto de replantear la imagen de un lugar así, en donde se habitan las líneas de una arquitectura elegante y los ventanales parecen correr sin fin sobre bulevares escondidos que desembocan en una de las principales arterias del Área Metropolitana de Guadalajara.

¿Podría volver a casa para el verano?
Podría bajar el ritmo por un momento,
Regresar a amarnos,
Dejar todas esas largas y solitarias millas atrás.

—Ray LaMontagne

En su portal de etimología, V. Anders narra cómo el verbo morar tiene su origen en el latín morari. “Retardarse, entretenerse, obrar con lentitud, (…) permanecer y residir”. Morar, morada. El lugar en donde se permanece y se anda despacio, en donde se pausa y, en ese asueto, aparece la posibilidad de reflexionar, de encontrarse, de recuperarse; de querer, de reconfortar y ser reconfortados, de re-conocer. Cuando ese encuentro, además, se da entre cuerpos de agua que irrumpen de verdes que se elevan y descienden alrededor de una arquitectura sobria y contemporánea, “habitar” se vuelve necesidad tan física como metafísica. Un placer reflexionar sobre este fundamental de la vida humana, llevar dicha reflexión a una marca y documentarla en fotografías.

Cuando conocimos Puerta Aqua, su paisaje de casas con desniveles que mantienen un ritmo general y que se desdoblan sobre lo que parecieran campos acicalados pero que fluyen con la topografía natural del lugar, olvidamos casi inmediatamente que estábamos a escasos 1.5 km de una de las vías principales de la ciudad. Al llegar aquí, la calma del lugar nos borraba el atropello de la ciudad. Con la primera visita entendimos que habría que trasladar la armonía, el orden y el porte de este lugar a un documento medular para mantener esta tranquilidad con el paso de los años y su futuro crecimiento: el reglamento para sus habitantes, y el objeto de nuestra intervención.

Párrafos que sostienen un fragmento elíseo en la ciudad

Con el fin de sostener la vida calmada y ordenada que se vive en Puerta Aqua, el presidente de su asociación de colonos nos solicitó trasladar el reglamento del condominio en su formato básico a una pieza con un tratamiento editorial que retratara en su interior el atractivo del condominio y, así, generar mayor interés a su público lector para ser consultado y revisado con mayor frecuencia. Generar mayor claridad y consciencia de las pautas que logran establecer el sosiego que se vive al interior de este pequeño mundo y mantenerlo así entre sus habitantes, actuales y futuros.

La encomienda empezaba sencilla: darle una forma editorial a un reglamento. Se buscó traducir el orden y los modales de este lugar a un tangible editorial: tipografías, columnas y blancos ordenados; índices y cortesías generadas para un paso más cordial al lector.

Partimos de rescatar la tipología que se tenía para generar tanto ajustes como nuevas formas. Se seleccionó una tipografía de palo seco y se migró el énfasis que se concentraba en la cu (Q) a las as (A) con el fin de aportarle mayor singularidad. El elemento del agua quedó sutilmente integrado en estas letras, en donde una gota de agua pareciera escurrir del interior de las as al tomar el espacio de esa cavidad, ahora sin barra, y cuya redondez alcanza a distorsionar ligeramente las serifas de aquellas astas.

Una a con agua y una pe con porte

«(…) posaron los grandes corredores visuales de este rincón verde bajo una bóveda celeste en su gala de tonalidades del alba y de aquella salpicada de rosa en los minutos previos a que la luz se rindiera al crepúsculo.»

Párrafos que sostienen un fragmento elíseo en la ciudad

La belleza del lugar, sin embargo, reclamó su espacio en las nuevas páginas con márgenes y diseño de retícula, al ser referido el espacio físico en los diversos párrafos del documento. La arquitectura, la vegetación y el ambiente se tornaron entonces en los sujetos de un proyecto de fotografía arquitectónica que nació para atestiguar este recoveco de calma a unos pasos del acelere de una gran ciudad. El lugar a donde algunos tienen la suerte de regresar a morar.

Con el rediseño de la marca se volvió integral un proyecto que, a través de la fotografía, el diseño editorial y el diseño gráfico, revela la armonía de un lugar idílico al que algunos regresan cada noche. El lugar donde se puede detener un poco el tiempo para poder reflexionar, sanar, encontrar refugio; contactar con uno mismo y, entonces, poder conectar mejor con el otro y con el mundo.